Sonaron las 12 campanadas anunciando la media noche, por alguna razón yo seguía despierta, sólo dando vueltas en la cama, minutos después de haber escuchado las campanadas unos toquidos violentos azotaron nuestra puerta, acompañados de gritos de desesperación: que decían “Olga, Olga, ábreme, ábreme”, me sobresalté y reconocí que la voz era de una de mis tías, mi madre (Olga) junto con mi papá, se dirigieron a la puerta a abrirle a mi tía, para esto yo ya estaba detrás de un pilar esperando con angustia que explicaran el por qué de su actitud, yo no veía, pues no quería que se dieran cuenta que estaba ahí, de pronto mi mamá emitió un grito desgarrador, desolador y angustiante que retumbó en cada rincón de la casa pues le avisaban que su hijo mayor había fallecido en un accidente automovilístico, de los dos días siguientes no tengo un recuerdo preciso y exacto, sólo flachazos de imágenes…

Este acontecimiento marcó a mi familia, cambió su rumbo, la derrumbó pues los pilares principales se hundieron en depresión y en dolor…..

Hoy 18 de junio hace exactamente 8 años..........